Los días difíciles son
una superposición de cositas que se hacen una ola y me tragan,
una sensación constante de estar haciendo todo mal,
de saber que estoy haciendo lo mejor que puedo y que aun asi lo mejor que puedo no parezca alcanzar.
Son algo que sucede. A veces cada tanto, a veces muy seguido.
Los días difíciles requieren de un final con vino, baño de inmersión y torta de chocolate y dulce de leche. Pero no se puede ahora. Por la teta y por la alergia.
Los días difíciles se intensifican ahora, calculo, porque toda la vida esta patas para arriba.
Porque sigo extrañando lo que mas extrañe durante meses: salir sin apuro, comprar aritos en un local y crema de manos en otro y volver a casa, cafecito en mano y sentarme a coser un alguito y después a mirar una película (la de pavadas que se extrañan)
Son difíciles también porque se parecen al puerperio inmediato (y cuando empezó esto yo ya estaba lista para dar por terminado el puerperio) y porque también se parecen a la depresión, al miedo a la gente y a salir a la calle (y se que no son lo mismo pero un poco se sienten como si sí lo fueran)
Los días difíciles de este año me pesan porque me encuentran reconstruyendo mi identidad. Se lo que era (quien lee desde hace años recordara: Dobleufa soy yo) Soy mamá? Soy Dobleufa? Soy parte de Noe y Gabi? soy todo, sí. Pero qué en cual medida? Cambian todo el tiempo las medidas, no?
Los días difíciles son pura culpa también. De no poder apreciar todo lo que tengo. De no hacer esfuerzos constantes para entretener a Haru. De no poder pensarlo a él primero siempre (dice la psicóloga y creo fervientemente que para que él este bien primero tengo que estar bien yo y, aun así, se cuela la culpa). De no poder apreciar a Gabi todo lo que querría. De ser menos de lo que debería (qué será lo que debería, no?)
Los días difíciles son, además, vergüenza. Por oírme queriendo huir de la maternidad que perseguí. Por querer huir, además, de una maternidad bastante amable y muy equitativamente dividida con Gabi. Me convenzo de que todas queremos huir en algún momento. Que se yo. Ojala.
Los días difíciles pasan, sí. Pero la que soy yo ahora (y que no se muy bien quien es aún) siente que es importante registrar también esto. Que para los colorcitos, los mensajes esperanzadores y la energía vibrante y constante ya esta Instagram (y el resto de este blog que, seamos honestas, escribí en tono superador toda la vida)
Si sos un familiar que lee: Estoy bien, eh. Atravesar los días difíciles es una parte importante de estar bien.
Animo, todo esto pasará y volveremos a nuestra vida.
ReplyDeleteUn beso
Gracias Matxalen! Beso para vos tambien :D
DeleteSi los reconoces y los aceptas, es que está todo bien y normal. Además, hasta en los días malos pasan cosas buenas 😊
ReplyDeleteNunca mejor dicho :D
DeleteBeso grande!
Hermosas palabras salieron de tremendo caos :)
ReplyDeleteAaaww! Te quiero Meli
ReplyDeleteAy como estoy llorando por favor . Que real y sincero este post. La vida misma .
ReplyDeleteA veces salen estos. Instagram no los entenderia jaja
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