En breve se me altera la dinámica de la vida toda y un poco necesito lo que antaño fue este lugar:
Una salida semi-anonima donde dejar registrados proyectos cortos y largos, exitosos o fallidos, frustraciones y felicidades, de esas que nos pasan a todas pero que cuando suceden creemos que así no le pueden haber pasado a nadie.
Para dejar de hablar en el aire:
Estoy embarazada. De un bebito. Mas planeado que el jubileo de la reina de Inglaterra.
Planeado, dudado, deseado, postergado y vuelto a planear.
Es que, quien haya leído hace años este blog, debe saber que el proceso de arribar a la adultez no se me dio muy naturalmente.
Que llegar a tener esta vida- burbuja de felicidad (ojo, sigo siendo la misma auto-flagelada de siempre, eh) que tengo y disfruto (junto a Gabi) implico tiempo y trabajo y que, después de todo ese esfuerzo, tomar la decisión que mas interrogantes e incertidumbres traerá al cotidiano (bah, al fondo de quien creo que descubrí que soy!) no fue tarea sencilla.
Ya no hay mucho que pensar al respecto: El pibito esta a medio hornear (y mas vale que ahí se quede hasta estar completo)
Fuera de los llantos hormonales (por fin tengo una buena excusa para llorar por todo) y la sensación de que todo lo que leí (y vaya a leer de acá a la primavera) se me va a mezclar y voy a untarle oleo calcáreo en los pies mientras intento ponerle un pañal en la cabeza, este salto al vació viene siendo puro amor y felicidad.
Entonces, pensé, quizás puedo registrar mi próxima odisea personal, la de acondicionar la habitación y la oficina (el sector de la casa que no se ve cuando viene la gente al taller) para recibir a mini-dobleufa, en este blog que tantas veces me vio jugar y aprender a hacer.
Digo odisea porque hace años y años que no me comprometo con la decoración de esta casa (ni de ninguna casa, claramente), porque encaro el proyecto con un presupuesto total de -3000 (quien no, a esta altura de la economía :P), una casa alquilada, ni una sola idea en mente y porque, seamos honestas, ya sabemos de mi constancia a la hora de publicar en las redes sociales
El primer proyecto que tengo en mente es pintar, posiblemente de blanco, y acondicionar un escritorio de melamina color angustia que, sospecho, puede llegar a servir como cambiador-placarcito para el pequeño saltamontes.
También debería:
- encontrar la manera de, nuevamente, con dos pesos, limpiar la alfombra beige (por que me haces eso virgencita?)
- pintar algunas paredes de la oficina y de la habitación
- conseguir alguna especie de cuna (y los textiles asociados)
- y, obviamente, definir una dirección (intentare poner en practica el método de la linda de Maria Tortora y lo abandonare a medio camino como todos los métodos que me propongo utilizar)
Sera este un proceso que posiblemente quede inconcluso, poco fotogenico y muy desorganizado. Pero sera mi proceso. Y este es mi blog, qué tanto!
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