Hoy, mientras hacía mandados, me topé con La Barca. Andaba buscando "Una golosina" pero no estaba.
Me resulta imposible salir de La Barca con las manos vacías.
Sabiendo eso, mientras el librero se encargaba diligentemente de averiguar si podía conseguir lo que necesitaba, me dediqué a husmear entre lo que había cerca.
Se cruzó "Acido sulfúrico". Dije: hhmm...bien... y lo compré sin pensar.
Como de costumbre, empecé la lectura en el colectivo de vuelta a casa.
Pero luego... llegué y seguí leyendo... acepté cualquier razón para salir y tener dos viajes en los que leer (el de ida y el de vuelta, claro)... leí durante el almuerzo y la cena... y lo terminé. Me resultó imposible dejarlo y, al final, quedé con una sensación de haber visto el programa del que trata el libro. Apasionante.
Creo que tengo un pequeño enamoramiento con esa señora
amélie tiene eso, se devora y se digiere rápido.
ReplyDeleteah yo quiero entrarle a amelie
ReplyDeletepero prefiero esperar a terminar la obra, me parece que es de esas cosas que las lées y te angustiás y no es el momento
Hasta re diría que se me parece cuando me miro en un espejo, ponele.
ReplyDeleteAy, ese ratón... Una verdadera bellecitud.
Han quedado toodos muy enamorados de el. He repartido un montón de papelitos de colores con promesas de direcciones de Los Jueguetes de Noe.
Ea! Tíre unas tarjetitas.
Es usted muy talentosa, mi querida.
Madame,
ReplyDeleteConcuerdo.
Marie,
No voy a negar que un poco de angustia genera. Pero de esa angustia que da placer. Yo digo que le entre!
Lilí,
El mérito es todo de Madame.
Respecto de las tarjetitas, además del teléfono, deberían decir: pida con un año de anticipación (la artesana tiene varias personalidades con trabajo propio)
Y uno para mi:
Noe,
creo que necesitamos vacaciones! (sí, de nuevo)
Noe,
ReplyDeleteElla es ella.
Y usted LA artesana.
Tómese unas largas vacaciones sin anuncio. Planchee.