Los días buenos

Este post arranca de confesión, catarsis personal y sigue con fotos lindas, de cosas que hice. Vale saltar a las fotos, sin escalas.

No todos mis días son lo que parecen acá.

Ultimamente me duele el cuerpo. Mucho. Me canso. Me agoto. Me derrito.

Cambio tarde de costura por té y siesta. Y me peleo, antes de dormir, por la culpa que me genera no estar cosiendo, cortando, trabajando.

Ultimamente hago todo lo que creo que puedo hacer para mejorar mi situación.
Voy a la reumatóloga, a la clínica, a la psiquiatra, al analista. Tomo pastillas, hago yoga, duermo las horas que tengo que dormir, le hago lero-lero a la culpa (o trato).

No es nada.

Es fibromialgia, dicen. Me resulta difícil amigarme con una condición que parece imaginaria, una condición que podría tener cualquier otro nombre, que podría ser pasajera o que podría quedarse a vivir por muchos años. Será la incertidumbre lo que no me deja ser sin tanta pregunta?

Ultimamente.

Ultimamente, la condición viene mejorando. Por ahí mejora hasta desaparecer. Por ahí va y vuelve y se vuelve a ir. Y vuelve a volver. No puedo saberlo.

Al final, todos esos días no tan buenos, hacen de mí una persona con más tesón, mas determinación, mas constancia. Y, como si eso fuera poco, mejoran mis días buenos. Porque tiendo a acostumbrarme a las cosas buenas y, después de un tiempo, dejo de apreciarlas, las doy por sentado.

Ultimamente, mis días buenos son muy buenos. Me dan una alegría gigantesca. Me dejan cansada pero emocionada. Yo puedo.

Así, por ejemplo ayer hice el sandwich de polar para el quilt de retazos de todos los colores

Y después, me pareció que podía, así que también armé el sandwich de un quilt que tengo sonando en la cabeza desde hace meses

El matelaseado es libre. Usé un texto de Sarah Kay (ella lo recita, yo elegí un par de fragmentos y los tracé en lápiz para tela)

Debería quedar, mas o menos, así:

Pero seguro le añado algún color al pespunteado. O no.

Alterné con 6 tandas de lavarropas

 Y con un poco de corte de precisión. Lleva tiempo encuadrar los Half Square Triangles, eh!

Hoy amanecí temprano. Me esperaba el taller-living bastante ordenado. La ropa casi seca. La pila de telas que en algún momento se convertiran en objetos, quilts y tutoriales. Y los dos sandwiches doblados en la tabla de planchar.

Hoy hay trabajo en el local. Me toca hacer tortas, pastelitos y organizar de vajilla para un evento. 

Con un día como el de ayer, a hoy no le queda más que ser otro día bueno.