Ponele que te mudaste con tu novio, que cambiaste drásticamente de profesión, que te pusiste una pastelería online, que te mudaste y que decidiste poner un local de dicha pastelería. Ponele que abrir el local implica mudarte dos veces y dividir tu tiempo.
Ponele que en ese lapso engordaste 10 kilos y te quedaron un montón de remeritas en buen estado, lindísimas, pero que solo te pondrías si tuvieras como objetivo sentirte un pedazo de carne en proceso de amatambramiento. Ponele, además, que si bien tenés unas casi admirables habilidades con la máquina de coser, no las tenés con la paciencia. Y por último, ponele que te dieron unas ganas locas de tener un vestido pero cuando fuiste a buscar uno a las liquidaciones te pareció que en vez de entrar a Portsaid, habías entrado a Escada… digo, por suponer algo.
Si ese es el caso entonces (y si no también), no temas (autoconvencimiento le dicen), tengo la solución:
Cómo hacer un vestido con una remera, una pieza de tela y dos costuras.
Necesitaremos para la operación (para un vestido de 90/95 cm de largo desde el hombro hasta el ruedo):

1,80 metros de tela (por 10/13 pesos se consiguen algodones tipo poplín lindos en el Once. Si tuviéramos más presupuesto, en Alsina hay tejidos de punto con lana maravillosos, por ejemplo. Algún tejido de rayon, de esos antiguos…)
1 remera de punto (puede ser modal, jersey de algodón, ribb)
Tijera
Alfileres
Marcador
Máquina de coser.
Empezaremos por determinar la altura a la que queremos cortar la remera (A mi me gusta que quede un poco debajo del busto, pero puede ser más larga o más corta)
Doblaremos la remera por la mitad, haciendo coincidir las sisas y cortaremos 1 o 1 y1/2 cm más debajo de la marca (con la remera doblada, como para acortar tiempo y corte)
Luego, doblaremos la tela por la mitad, haciendo coincidir los orillos.
Y, a 45 grados, haciendo coincidir el doblez con los orillos.
Apoyaremos la remera doblada al medio sobre el extremo donde todas las telas están unidas (vean la foto que vale más que mi palabras :P)
Ahí, marcaremos con un alfiler.
Del alfiler hacia abajo, marcaremos el largo que queremos que tenga la falda + 2 o 3 cm que vamos a necesitar para margen de costura y dobladillo (si es que pensamos hacer dobladillo)
Y, volveremos a doblar por el vértice donde están unidas todas las telas, haciendo coincidir los dos lados del triangulo.
Y de nuevo.
Marcaremos, desde el vértice donde están unidas todas las telas la misma distancia que tenemos marcada con alfileres en uno de los lados en el lado opuesto (de nuevo, trabalenguas imposible que se resuelve con una foto)
Si son valientes, como yo, cortan de alfiler a alfiler. Sino, trazan con una regla la línea que une alfiler con alfiler y cortan por la línea. Arriba y abajo.
Descartan el pedazo superior y el inferior y, Taraan! Tenemos la falda cortada.
Cerraremos la falda con una costura recta.
Marcaremos piquetes: doblando la remera por el centro, cortaremos un triangulito ínfimo en ese doblez (estaremos marcando el centro delantero y el centro trasero). En los laterales no es necesario hacer piquete porque tenemos costuras que marcan cada lado. Tendremos entonces 2 piquetes: el piquete trasero y el delantero. Y dos costuras en los laterales.
En la falda, doblaremos la cintura por la mitad y cortaremos piquetes en las dos capas de uno de los lados y en una sola capa del lado en que encontremos la costura. Tendremos tres piquetes: dos laterales y uno central en el frente. La costura marca en centro trasero.
Haremos coincidir entonces, enfrentando el derecho de la falda con el derecho de la remera, el piquete central trasero de la remera con la costura de la falda, sosteniéndolos juntos con un alfiler.
Luego, las dos costuras laterales de la remera con los dos piquetes laterales de la falda
Por último, el piquete central delantero de la remera con el piquete central delantero de la falda.
Entre alfiler y alfiler encontraremos que la tela de la falda sobra respecto de la de la remera. Fácil, la remera tiene elasticidad. Estiramos la remera hasta que coincide con la tela de la falda, marcamos el centro y después el centro de cada una de esas secciones (hay que repetirlo en todo el contorno). Parece difícil pero no lo es. Lleva mucho más tiempo escribirlo que hacerlo.
Una vez alfileteado, ejecutaremos la segunda costura: la que unirá la remera cortada con la falda.
y… bueno, eso es mas o menos todo.
Falta hacer el dobladillo, si la tela tenía suficiente poliéster se puede quemar con un encendedor, si era de tejido de punto ni siquiera es necesario dobladillar. Se puede armar un lazo, cortando una tira de tela, cosiendo un lado y dando vuelta.
Si se les da por usar mucho mas tiempo del que inicialmente pensaron que querían usar, se pueden hacer bolsillos, se puede forrar la falda, se pueden agregar adornos, y así, al infinito.

Y, de yapa, porque si se les ocurre hacerlo les va a resultar un tanto engorroso abrir cada foto para ver qué dice: el tutorial en pdf, que se puede bajar y se puede ver en continuo.